Personalidad

Fotografía: Alberto Arrieta

Yo nací con la luna de plata...
Y aquí está mi vida trazada en unas líneas. De repente me vi respirando un 11 de septiembre de 1972; unos dicen que en suelo de Agua Dulce, otros que en Mazatán, Chiapas. Yo digo que nací en ambos porque mi sangre se divide en dos.Y así me vi jugando entre niños y paseando en el rancho de la abuela, montando caballos, cortando cacao, recogiendo el maíz, sembrando los platanares y escuchando esas viejas historias del abuelo y que hoy escribo en una novela.Y los años pasaron, crecí, estudié, pase mis mejores años en la primaria, la secudnaria y la preparatoria. Cómo olvidar a esos compañeros, algunos casados, algunos ya muertos, unos olvidados por el injusto tiempo y otros más frecuentados sólo por la casualidad.Y de pronto me veo en las calles de Xalapa, que me recibió con la neblina y la lluvia fría, helada, que me recordó la lejanía de mi pueblo y la ausencia de la familia. Y así pasé mi vida estudiando lo que me gusta, Literatura, periodismo y heme aquí respirando alientos, aprendiendo la vida, conociéndola, tratándola, acaso quizás para decirle que estamos en paz, que nada me debe, que nada le debo y que la disfruto día a día en este recorrido que tomo como una oportunidad.Y aquí les dejo mi voz, mis pensamientos y lo que resulte será bienvenido, sus críticas, sus mensajes, sus lecturas y el simple hecho de entretenerse leyendo esto es un gran honor para mí y espero no defraudarlos.Bueno, y me gusta la poesía, leerla, escribirla, el arte, la cultura, leer y disfrutar la vida, de diferentes formas como el baile, ir al cine, jugar futbol y respetar las creencias ajenas. Visitar la naturaleza, nadar, respirar aire fresco, salir de la ciudad y entretenerme con mis peces, en el telescopio, en los paseos con los amigos y las comidas familiares.¿Que si creo en el amor? Me han preguntado, y les digo claro. Que haya gente que lo ha mal interpertado y lo ha tomado como un juego es otra cosa, pero en mi caso lo tomo como la forma más pura de demostrar a tu pareja que te importa mucho, y que no te importa lo que los divida, sino que es el lazo más fuerte que no se puede romper fácilmente.